jueves, 31 de marzo de 2016

El negro horizonte de las pensiones




He recibido algunas peticiones para explicar el futuro de las pensiones y si éste es tan negro como lo pintan algunos expertos.

Entiendo vuestra preocupación dado que todo apunta a que vamos a tener que buscar un complemento para poder vivir una vez nos retiremos del mercado laboral.



Comenzaremos explicando brevemente el funcionamiento del actual sistema de pensiones:

- Cada mes nos retienen en nuestra nómina un porcentaje que va a Seguridad Social, tanto a nosotros como a nuestra empresa. Equivocadamente se piensa que ese dinero es para que dispongamos de él cuando llegue nuestra jubilación, pero realmente no es así. Con ese dinero se pagan las pensiones de los que actualmente están jubilados y el sistema básicamente está basado en la confianza que depositamos en que, una vez jubilados, nuestras pensiones serán abonadas con las cotizaciones sociales que realizarán los que trabajen en ese momento.

- Para el cálculo de tu pensión se utilizan los últimos años de tu vida laboral, que debería coincidir con los años en los que has tenido un salario más alto, por tanto, la cuantía de las pensiones tiende a ser alta, aunque este razonamiento puede verse afectado por crisis económicas, por ejemplo, ya que muchas personas cercanas a la jubilación acaban en el paro durante estas crisis y eso supone una reducción importante en sus cotizaciones y posteriormente en el cálculo de su pensión.

- En épocas de bonanza económica (¿las recordáis?...fueron hace mucho tiempo) la Seguridad Social presentaba superávit y tenía capacidad de ahorro, con lo que iba alimentando ese Fondo de Reserva que tanto escuchamos actualmente. Sin embargo, en épocas de crisis como la actual, la Seguridad Social presenta un déficit y no es capaz de cumplir con el pago de las pensiones tirando solamente de las cotizaciones sociales de los empleados actuales, teniendo que recurrir a ese Fondo de Reserva.


Teniendo en cuenta que la esperanza de vida es cada vez mayor, son más años los que el Estado tiene que pagar pensiones y el número de jubilados aumenta. Si esto lo juntas con un enorme número de parados, que hace que las personas que cotizan sean cada vez menos provoca una fractura en el sistema y que sea difícilmente sostenible.

Por tanto, sí estoy de acuerdo con el incierto futuro que auguran determinados expertos.

Dicho esto ¿qué podría hacer el Estado? Pues básicamente, cambiar el modelo actual de reparto por uno de capitalización donde cada empleado decida qué parte de su salario mensual queda retenido y será invertido, bien por el Estado o bien por algún organismo privado, para ser recuperado en el momento de su jubilación. Para evitar que quede totalmente a elección del individuo, se podría plantear un mínimo exigible de ahorro, por ejemplo, el actual, estando por encima de ese mínimo aquel que desee cada trabajador que le sea retenido para disponer durante su jubilación. Este sistema permitiría a cada persona ajustar sus retenciones en función de sus gastos en cada etapa de su vida, por ejemplo, no sería el mismo los años en que tiene hijos a cargo que en los últimos años laborales cuando ya deberían estar independizados.

El tránsito a este sistema debería ser gradual, es decir, aquellos que están cercanos a la jubilación deberían mantener el antiguo sistema, pero desde una determinada edad sería conveniente el cambio de sistema.

Dado que el Estado parece que no se plantea este cambio, en los próximos días escribiré alternativas, como planes privados o métodos de ahorro para complementar nuestra futura pensión.

Hasta la próxima!


miércoles, 30 de marzo de 2016

El problema del "sin Gobierno"




  

Hace ya más de tres meses que se celebraron las Elecciones Generales y aquí seguimos, sin Gobierno, además de asistir día a día a las declaraciones e imágenes de esos grandes actores a los que llamamos políticos. ¿No os da la sensación que interpretan un papel?

Desde el principio Sánchez ha ido de duro, un NO rotundo al PP y ha interpretado el papel de ganador (¿90 escaños te hacen ganador?) dando la impresión que es el líder de la nueva política e intentando llevarse a su terreno a fuerzas muy dispares políticamente hablando.

Rajoy ha hecho lo que estos cuatro años anteriores...nada...que es la mejor estrategia en su caso, ve el desgaste de los demás y de cara a unas nuevas elecciones no se habrá posicionado en busca de apoyos, cosa que puede ayudarle entre sus ya cada vez menos votantes.

Iglesias empezó muy fuerte y parece que se va desinflando. Desde aquel día que se nombró Vicepresidente a la reunión de hoy donde va regalando libros y halagos a Sánchez, Pablo ha cambiado su talante, además de tener que hacer frente a las mayores luchas internas que encuentra en su partido.

Rivera sigue a lo suyo, a cambiar la chaqueta según venga el tiempo, al principio buscando diálogo con el que fue ganador de las elecciones: Rajoy, que parece que alguno no lo tiene claro. Visto que era imposible que éste formase Gobierno únicamente con el apoyo del partido naranja, Albert buscó al siguiente, es decir, Sánchez, con el que llegó a un acuerdo de gobierno y ahí se paró la cosa teniendo en cuenta la imposibilidad de coexistencia en un mismo Gobierno de Rivera e Iglesias.

Ahora asistimos a los últimos intentos, por mucha relajación que lleve Iglesias, no veo que acabe renunciando a su ideología y admita un tripartito PSOE-Podemos-Ciudadanos, además, Podemos es una suma de escaño de diferentes partidos con los cuales también habrá que negociar, entre ellos, algunos que promueven corrientes independentistas, cosa que para Rivera es una gran línea roja...

Entre tanto, circulan chistes sobre la rebaja del precio del petróleo, arrastrando a las gasolinas, la ausencia de recortes sociales o subidas de impuestos, dando a entender que sería mejor que esta situación perdure...

Gran error, este tiempo sin Gobierno, si bien evita unas cosas, evita también que se adopten decisiones de calado para nuestra economía, en tanto en cuanto el resto de países sigue creciendo y la ausencia de decisiones en nuestro país provoca que nuestro retraso frente a ellos continúe en aumento.

Parece que los políticos olvidan este último párrafo y se centran más en salvar su sitio (véase Sánchez y Rajoy) o bien en cobrar un protagonismo a costa de cambiar de bando (Rivera).

Hasta la próxima!